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Podemos decir que nuestra tecnología de iluminación inalámbrica no sólo es un salto de innovación, también lo es en el camino hacia la eficiencia y nuestro compromiso medioambiental.
Las bombillas inalámbricas en general, y las WRL en particular se pueden enmarcar dentro del grupo de las denominadas "bombillas LED", pero tienen una eficiencia energética superior respecto a ellas. Esto es debido a la ausencia del circuito electrónico más importante dentro de una bombilla LED: el "Driver". El "Driver" se ocupa de adaptar la tensión de alimentación externa, bien sea AC o DC, a los márgenes de tensión adecuados para los LED que la bombilla incorpora. Curiosamente este driver consume un porcentaje importante de la energía total consumida por la bombilla. Y lo que es peor, su malfuncionamiento es el causante de la mayoría de las averías de una bombilla LED. La no existencia de un "Driver" en una WRL hace que su eficiencia energética aumente, y que su vida media estimada sea muy superior a la de una bombilla LED convencional.
La frecuencia de trabajo de una WRL es constante, y su valor se encuentra en una horquilla establecida entre los 4KHz y los 125KHz aproximadamente. Valores estos contrastadamente inocuos para el medio ambiente y que junto a su reducido consumo abren un futuro muy prometedor en cuanto a su masiva implementación. Pero además, su contribución a la preservación de los ecosistemas deriva de la ausencia de baterías entre sus componentes. SEGURIDAD, EFICACIA, EFICIENCIA, ECOLOGÍA, ECONOMÍA..
Son múltiples los usos y aplicaciones que tienen las bombillas inalámbricas que hemos diseñado.
Implantada en el País Vasco, donde damos respuesta y solución a las múltiples aplicaciones que tienen nuestra iluminación inalámbrica.